Guerrilleros de La Tablada ... jóvenes llenos de ideales ?

Hacemos un poco de memoria ? el dia 23 de enero de 1989, estando plenamente vigente el estado de derecho y bajo todas las garantías constitucionales, un grupo terrorista de izquierda a las órdenes del viejo guerrillero integrante del ERP, Enrique Haroldo Gorriarán Merlo, atacó un cuartel del Ejército, el del Regimiento de Infantería 3 en La Tablada.

Cagándose en la Constitución Nacional, plenamente vigente en aquellos días, la izquierda nos demostró en los albores de la década de los '90 cuan afectos y respetuosos resultan los zurdos por los métodos y procederes que otorga una democracia, poco le importó al zurdaje guerrillero que el gobierno nacional habia surgido de comicios impecables, y que el Congreso Nacional gozaba por aquellos días ser una institucion con más prestigio que la caterva actual que lo integra. Ustedes creen que me equivoco ? ustedes creen que la izquierda argentina sí es democratica y que yo soy un facho equivocado ? quieren debatirlo ? y para que debatir ? porque no mejor mirar la realidad ?, esta realidad: la que nos demuestra que la izquierda se caga en la democracia cada vez que puede.

Las acciones militares para recuperar el cuartel se llevaron a cabo durante todo el día 23 y hasta las 10.30 del día 24 de enero, oportunidad en que, ya abatidos la mayor parte de los subversivos que siguieron combatiendo hasta la hora indicada, se materializó la rendición de 14 de ellos, uno de los cuales (una mujer) falleció a los pocos minutos como consecuencia de las heridas recibidas. Junto con esta rendición se produjo la liberación de los rehenes (suboficiales) que mantenían en su poder los integrantes del MTP que aún permanecían con vida.

Por expresa orden del Presidente de la Nación, el personal detenido fue puesto a disposición del juez federal correspondiente, Dr. Larrambebere, quien de inmediato se hizo presente en el lugar de los hechos.

El saldo de muertos de propias tropas fue de nueve integrantes del Ejército Argentino y dos de la Policía de la Provincia de Buenos Aires. La cantidad de heridos y mutilados alcanzó a treinta y siete hombres, algunos de ellos de suma gravedad y otros con lamentables mutilaciones corporales (pérdida de ambas piernas, pérdida de un ojo, etc.).

Los asesinos terroristas tuvieron la oportunidad de gozar de los derechos que otorga la misma democracia en la que ellos se cagaban: detencion a disposición de un juez y un juicio con abogados defensores.

Una vez en la cárcel, los asesinos comenzaron un simulacro de huelga de hambre para ser liberados, y el débil gobierno de De La Rúa los liberó, luego vino el zurdaje kirchnerista que ANULO INDULTOS ... ANULO INDULTOS A REPRESORES ... PORQUE LOS ASESINOS TERRORISTAS SIGUEN LIBRES ...

Si yo les nombro a Eduardo Navascues, quizá la mayoría se encoja de hombros como diciendo... ¿quién es?.

Pero Eduardo Navascues, una mañana de calor fulminate de un enero de hace 20 años, fue protagonista, sin quererlo, de la última batalla que los soldados argentinos libraron a los tiros contra el terrorismo internacional.

Eduardo hacía la colimba en el cuartel de La Tablada, cuando el grupo terrorista del Movimiento Todos por la Patria entró a sangre y fuego, comandado por el inefable asesino Enrique Gorriarán Merlo. La batalla duró dos días.

Eduardo Navascues fue tomado prisionero por el grupo guerrillero, y junto a su compañero de colimba, el sodado Héctor Cardozo, fueron usados como escudos humanos en las ventanas donde varios terroristas estaban atrincherados. Estaban hombro contra hombro. Su amigo murió, y él sufrió varias heridas en la cabeza.

Pero lo que pocos saben, es que durante el juicio, Carlos Navascues, aquél soldado que fue utilizado por los terroristas como escudo humano, debía ir a declarar contra ellos.

Eduardo vivía en Mar del Plata. Eduardo recibió la citación. Eduardo estaba decidido a presentarse. Eduardo sale una mañana de su casa... alguien le grita su sobrenombre. Eduardo se da vuelta... y recibe una metralla en las piernas. Conclusión, el padre de Eduardo lo lleva a vivir a España por varios años. La familia estaba indignada. Nunca el gobierno democrático le dio protección. Nunca la justicia lo escuchó. Nunca el Estado lo contuvo.

De todo esto han pasado 20 años. Los terroristas de ayer, están hoy en el poder. Y a pesar de haber desatado la muerte aquella mañana de enero de 1.989, de haber fusilado a soldados, de haber puesto como escudos humanos a soldados de 19 años que hacían la colimba bajo bandera, de haber matado por la espalda al segundo jefe del cuartel, de haber atropellado con el camión al soldado de guardia... y de haber tenido en vilo al endeble gobierno constitucional de Alfonsín, pues ahora se dan el lujo de inciar causas para cobrar indemnizaciones por aquella batalla que libraron contra la democracia.

Así llegamos al día de hoy cuando el zurdaje en el poder ordenó la detención de dos militares acusados por presuntas torturas y fusilamientos de integrantes del Movimiento Todos por la Patria que se habían rendido tras el fallido intento de copamiento del Cuartel de La Tablada, en enero de 1989. Y consideró que es un caso de lesa humanidad. Se trata del ex general Alfredo Arrillaga, quien ya se encuentra detenido acusado por delitos cometidos durante la represión ilegal y del mayor Jorge Eduardo Varando.

Que justicia ... no ?